Enrique Facussé: cambió la cesta y la malla, por el arco

El pasado 7 de enero y después de un viaje de cerca de cinco horas desde Tegucigalpa, la capital hondureña, llegó al aeropuerto internacional de Palmaseca el golero ‘catracho’ Enrique Roberto Facussé Hasbún.
En su maleta traía envueltas las ilusiones de un jugador hondureño que desde los 16 años ha vivido alejado de sus padres y que tiene como metas dejar huella en el fútbol colombiano como lo hicieron en su momento Carlos Pavón, Junior Sandoval, Eddie Hernández y Róger Rojas.
Su referencia sobre el Internacional de Palmira se la había dado el profesor Reinaldo Rueda, quien lo conocía desde su paso por Motagua, uno de los dos grandes equipos en su país, y por las selecciones panamericanas y preolímpicas, en las que tuvo el honor de representar a su país.
Jugador de conceptos claros
Desde muy niño, ‘Kike’, como le dicen sus compañeros, se puso metas altas. Vio en el deporte el camino para llegar bien lejos. Sin embargo, todavía no sabía a cuál de ellos iba a caer pues practicó baloncesto, voleibol, fútbol y hasta tenis.
A la edad de 16 años y aún sin concluir sus estudios de bachillerato, recibió una beca para estudiar en Estados Unidos. Allá, en Orlando, en la Mont Verde Academy, concluyó sus estudios intermedios y luego se fue para la Universidad de Kentucky, donde obtuvo su título de Administrador de Empresas y Comunicación en Deportes. Pero también en el país del norte decidió que el fútbol iba a ser su profesión definitiva.
“Me decidí por el fútbol y no me arrepiento. Gracias a este hermoso deporte he conocido mucha gente y varios países donde he vivido solo. Desde los 16 años me independicé y creo tener una visión clara. Por eso también me quedé como portero, pues tomo mis propias decisiones, tengo visión completa del campo de juego y organizo a mis compañeros. Por el fútbol, estuve en España, en Las Palmas de la 3ª división. También el fútbol me llevó a formar parte de las selecciones de mi país, como los Juegos Panamericanos y el Preolímpico. Y por este bello deporte, estoy en Colombia donde quiero dejar mi nombre escrito en mayúsculas pues quiero dejar el listón bien alto”, dijo el portero ‘catracho’.
Buscando superar registros

Uno de los propósitos del portero hondureño es superar metas. Por eso quiere saber quién que tiene el registro de más minutos sin recibir gol, actuando en el equipo que nació en Tuluá. Y también quiere intentar superar la marca que dejó, hace 29 años, el golero argentino Rodolfo Guarnieri.
“Me enteré de que Guarnieri estableció una marca de más de 1000 minutos sin recibir gol (fueron 1122 minutos, en 13 partidos). Es un registro importante, pero, así como él superó el que tenía Quintana (Otoniel), yo quiero alcanzar esa meta. Ya llevo tres partidos seguidos sin recibir gol y eso me estimula aún más”, añadió ‘Kike’ Facussé.
Hasta la fecha, el golero de Internacional acumula 302 minutos sin que le hagan un gol. Está lejos, pero como él mismo dice: “cuando uno se propone metas, las alcanza”.
De los ocho partidos de Internacional, Enrique ha jugado en seis, recibiendo 4 goles. Y el primer gol que recibió en nuestro país, fue en Palmira, en su debut. Como dato curioso no lo venció un jugador rival, sino su propio compañero José Daniel García, quien con esa anotación en contra puso a ganar a su rival, Orsomarso, al que volverá a enfrentar este lunes festivo en el Estadio Rivera Escobar de la ‘Villa de las Palmas’.
Pensando en la niñez
Según Enrique, su niñez fue muy dura y por eso piensa en la cantidad de compatriotas que se deben abrir paso en la vida.
“Tuve allá en Tegucigalpa una academia de fútbol llamada EF Future Academy. Ese proyecto lo tuve que clausurar por mi viaje a Colombia, pero no lo he acabado del todo. Tengo una filosofía que es ‘Enseñanza a través del Deporte’’, con la que busco ayudar a muchos niños a que encuentren un buen futuro”, manifestó el jugador, quien agregó que más adelante va a cambiar la escuela por una fundación para así poder encontrar recursos que le permitan ayudar aún más.
Enrique no tiene muy presente a Carlos Pavón, su compatriota que pasó por el Cali del año 2004, pero que dejó gran huella. “Son pocos los compatriotas que han llegado al fútbol colombiano. Pero lo más importante es dejar huella como lo hizo Pavón en el Cali. No lo conocí, pero me hablaron muy bien de él. Eso mismo quiero yo, con un plus adicional y es dejar algún registro histórico. Además, creo ser, en este momento, el único portero legionario de mi país”, concluyó diciendo el golero.
Al final de la nota, el hondureño dijo que “estamos ansiosos por volvernos a enfrentar a Orsomarso. Tenemos una espinita, como dicen ustedes, que esperamos sacárnosla este lunes cuando nos volvamos e medir en ese hermoso estadio de Palmira”
Departamento de Comunicaciones
Internacional F.C. de Palmira




