‘Tití’: El hincha que trasladó su amor a Palmira por Internacional

De la tierra de la gelatina, Andalucía, Valle, surgió un hombre que desde niño se entusiasmó por el fútbol al punto de haber sido convocado en un par de oportunidades a la selección de su municipio.

Se trata de Alfredo Montaño, un hombre curtido en el trabajo del campo por el sol que recibió en sus épocas pretéritas gracias a los partidos de fútbol que jugó desde niño y a su trabajo con el Ingenio Riopaila.

Pero su nombre, pocos lo conocen. A lo mejor su esposa, Luz Stella Ríos, quien no solo está pendiente de él, sino que lo apoya y en ocasiones lo acompaña en sus recorridos.

¿Pero por qué pocos lo conocen como Alfredo? Porque un profesor en la Escuela Pedro Antonio Molina, de nombre Augusto Balanta, le colocó ese apodo debido a que el hoy hincha de Internacional, saltaba de escritorio en escritorio huyéndole a los correazos que pretendía darle el educador.

El nacimiento de ‘Titi’

De acuerdo con el protagonista de esta historia, en una de las tantas travesuras que tuvo en la escuela, un día cualquiera iba a ser castigado por el profesor Balanta. “Él me iba a dar un reglazo. Yo coloqué la mano y cuando el profesor mandó el riendazo, yo quité la mano y él se golpeó en el muslo. Entonces se llenó de rabia y se quitó la correa. Cuando vi eso, yo salté hacia un pupitre y cada que el maestro me tiraba correazos, yo brincaba de escritorio en escritorio. Creo que primero se cansó el profesor antes de ´cascarme’ y salió diciendo que yo brincaba como un Tití. A los compañeros les causó risa y desde ese momento me empezaron a decir así”, dijo el señor Montaño.

Manifiesta ‘Tití’ que gracias al fútbol que practicó, empezó a ser conocido al menos en su pueblo natal. “Jugué en varios equipos aficionados. Era extremo y tenía mucha habilidad y velocidad. Representé a la Selección Andalucía, entre 1970 y 1972, y gracias a ello conseguí trabajo en el Ingenio Riopaila con el que jugué varios torneos inter-ingenios que se llevaban a cabo en ese entonces. Fui cortero de caña y también trabajé como control de cadena, pero el fútbol me fluía por la sangre, algo de lo que no me arrepiento, pese a no llegar más lejos”, añadió Alfredo.

Sus amores como hincha

Empezando la década de los 90 y cuando a Tuluá llegó el fútbol profesional, a ‘Tití’ le empezó a latir más el corazón por el equipo del centro del departamento que por su amado Deportivo Cali.

Empezó a asistir y acompañar al equipo ‘Corazón’ a casi todos los partidos. Ya no saltaba de pupitre en pupitre, ni de cañal en cañal, sino que lo hacía de estadio en estadio. “Conocí los estadios de Armenia, Palmira, Bogotá, Itagüí, Rionegro, Pereira, Manizales, Ibagué, Neiva, Popayán, Cali y muchos otros. Siempre lo hacía con mis propios recursos, aunque en algunas ocasiones no faltaba quien me ayudara, como en el caso de Óscar Ignacio Martán, de Germán Caffa, de Fernando Velasco, de David Montoya y muchos otros que, de manera voluntaria, me apoyaban”, agregó ‘Tití’.

Para el saltarín son inolvidables los momentos que vivió en Palmira, con el primer ascenso, en Medellín con la consecución del campeonato del año 2001, con el triunfo en Itagüí, en definición por penales, con el tercer ascenso en El Campín y muchas otras gestas.

Tampoco olvida ese mes de noviembre del año 2017 (día 18), cuando un gol de Brayan Fernández, en ese entonces con Cortuluá, lo envió a la Clínica Caldas y, así suene paradójico, le salvó la vida.

Sobre este hecho, Alfredo dijo que “Ese día el equipo se estaba jugando la permanencia en la primera división e iba perdiendo 1-0 con Once Caldas por lo que nos íbamos a la B. En el minuto 83 u 84, Brayan Fernández empató el partido y mi corazón no resistió. Fui llevado a la Clínica de Caldas, de urgencia, con un infarto. Estuve dos días hospitalizado, solo acompañado por mi señora. Como cosas de mi Dios, eso me dio con el empate del equipo porque en el último minuto de reposición, el conjunto de Manizales hizo el segundo y nos regresó a la segunda división. En ese momento ya no estaba en el estadio porque si así hubiera sido, no estaría contando esta historia”, agregó.

Coleccionista de camisetas

Alfredo ha estado muy ligado a la historia del equipo que antes se llamó Cortuluá. Cada que sale una camiseta diferente, trata de conseguirla al punto que, a la fecha, tiene 16 casacas en una pieza de su vivienda en Andalucía.

Y, desde el pasado martes, llegó a la cifra de 17 pues el concejal Felipe Taborda, presidente del equipo femenino de Generaciones Palmiranas, le obsequió la de Internacional F.C. de Palmira.

“Mi amor por el equipo crece día tras día. Ya no está en Tuluá sino en Palmira, pero la gente aquí me ha aprendido a apreciar. Yo viajo cada que haya partido. Si alguien me trae, bien, sino tomo una buseta y llego un par de horas antes del partido”, añadió el aficionado.

Repartidor de gelatina

‘Tití’ ha tenido un gesto particular con la afición palmirana. En cada uno de los partidos llega con una canasta llena de gelatina la que reparte entre los primeros aficionados que se arriman a saludarlo.

“Cada que vengo a Palmira compro unos $15.000 en gelatina de la que produce mi hermano allá, en Andalucía. Además, él también me obsequia una cantidad similar y yo la reparto hasta donde alcance. No vengo a venderla, aclaro, sino a regalarla. Por eso le solicito a los organizadores, al concejal Felipe o a quien corresponda, que me ayuden para que me dejen entrar con mi cajita para obsequiar la gelatina. Me dejan con la misma afuera y no creo que sea justo pues yo no vengo a hacer negocio, sino a aumentar mis amistades y seguidores”, agregó.

Alfredo o ‘Tití’, como él mismo pide que lo llamen, se enorgullece de lo que ha representado para el equipo. “Seguiré a Internacional hasta donde pueda. A los estadios de la costa no he ido porque ahí sí sale muy costoso. Pero me verán seguido en Palmira y en otros escenarios del Eje Cafetero y del centro del país. Allá me verán ante el Quindío en Armenia y en el partido por Copa Betplay ante Santa Fe. Es que no puedo olvidar el 28 de julio del año pasado cuando en Yumbo me celebraron mi cumpleaños con una placa de reconocimiento, una camiseta y la distinción por ser el hincha No. 1 del equipo. Y tampoco puedo olvidar lo que en su momento hizo David Montoya, exjugador del equipo, quien en Medellín fue a saludarme, a pagarme el hotel y a mostrarme todo su cariño, tal como lo han hecho, en su oportunidad, Máyer Candelo, Germán Caffa y los directivos, encabezados por Óscar Ignacio ‘Nacho’ Martán, quien en algunas ocasiones ha autorizado para que me transporten en el bus del equipo”, concluyó diciendo el hoy orgullo hincha del Internacional F.C. de Palmira.

Departamento de Comunicaciones

Internacional F.C. de Palmira

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